22 Noviembre 2014
, Escrito por Jose Lavajos
Aun de pie escuchándote, recibiendo en mi pecho tus daga afiladas, envenenadas; Esquivando uno a uno tus golpes certeros, Sabiendo quizás Que ya no podre mas desangrar; muriendo por el odio que tu mirar muestra, Por la manera tan canallesca que tus manos...